Se acabó, se acabó, al fin se acabó.
Si amigos, mi temporada de examenes se acabó al fin. Y muchos pensarán:
- Ah, pues muy bien.
Otros:
- ¿Y a mi que me importa?
Y tal vez otros:
- ¡Vete a la m****a! ¡Yo todavia tengo!
Pues me importa un comino. Porque he acabado y, aunque no se las notas de dos asignaturas todavia, lo más seguro es que haya aprobado y, si no es asi, pues mira, hasta septiembre no me tengo que preocupar (creo que por esto me voy a llevar un capon).
Normalmente no le daria importancia al hecho de acabar un curso (ya he pasado por un monton de ellos y ya veis, tan campante) pero es que en ESTE curso he conseguido lo imposible, lo improbable, lo increible: aprobar LINGÜISTICA.
Y ahora otra vez tendria que poner las impresiones arriba mencionadas, pero no lo voy a hacer por pereza (o vagancia, elija la preferida).
Lingüistica es la asignatura que dirige un profesor al cual no voy a mentar en este blog para:
1- no mancillarlo con la presencia hereje de ese desastre de la educacion
2- para que, por si X, viera esto no sepa quien soy. Aunque no lo voy a ver más me curo en salud.
Este tio era una infamia para el sistema educativo, una aberracion para la filologia en general y la linguistica en particular. No voy a aburriros con los detalles creo que de esta pequeña reseña rezuma la putrida y perversa esencia de esa vil criatura.
Bueno, pues eso, conclusion: se acabó, alirón, alirón...
Hacia tiempo que no tocaba el maquillaje, pero ya veo que no he perdido la practica. ¡He conseguido rejuvenecer un par de años a este personaje!
